Hoy quiero escribir pensando en ti,
en lo maravilloso y valioso que eres,
en todo lo que das sin pedir nada a cambio,
en esa gentileza y paciencia que tienes para conmigo.
Le pedí a Dios que iluminara tu camino con su luz maravillosa y resplandeciente
que solo él puede brindar,
que llene tu corazón de humildad
y quite toda vanidad llenándolo de amor y felicidad.
Que tú siempre estés presente en mi corazón,
que te llevo prendido en mi alma,
aunque yo quizás no este en la tuya.
Y seguirás siendo por siempre el motivo de mis poemas,
el suspiro que se lleva el viento
y esa perla maravillosa que mis sueños soñaron.
Gracias por esa hermosa flor,
por ese poema compuesto para mi,
por esa lluvia que moja mi cara,
el saludo de cada mañana
y el amor incondicional que me regalas.
Eres ese ser maravilloso del que estoy enamorada
y es motivo de mis sueños en la alborada.
Eres mi príncipe eterno de mis sueños encantados.
Gamr