En la noche clara, la luna suspira,
susurros de sueños lanza al andar,
como un cuento antiguo que nunca se olvida,
como un secreto en el fondo del mar.
Las luciérnagas bailan sin prisa ni miedo,
tejiendo destellos de luz y de paz,
y el alma se envuelve de un dulce misterio,
como si el cielo bajara al compás.
Todo es posible en la calma del sueño,
todo es eterno si crees de verdad,
pues quien se atreve a mirar con el alma,
descubre magia en su caminar.