La lluvia desciende suave y callada,
teje cristales sobre la alborada.
Cada gotita besa la tierra,
canta un susurro que el alma encierra.
Camino lento, mi piel se estremece,
la brisa mojada todo lo enriquece.
El cielo derrama su canto sereno,
y en su frescura renazco de nuevo.
Oh lluvia que limpias tristezas y heridas,
bordas paisajes, enciendes la vida.
Eres poema que cae y florece,
mágico abrazo que nunca perece
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