como brisa que flota sobre la alborada.
Palabras me envuelven, me llevan despacio,
al puerto invisible de un dulce abrazo.
En cada palabra un suspiro navega,
mi alma se tiñe de calma y entrega.
Las sílabas cantan su eco secreto,
y el verso me mira con brillo discreto.
Cruzo laberintos de tinta y estrellas,
donde la noche se enciende más bella.
Y en cada renglón, sin querer, te nombro,
en sueños de luna… en mundos que asombro.
Mis dedos dibujan tu nombre en el viento,
lo viste de versos, lo cubre de aliento.
Y así, sin buscarlo, me encuentro perdida
en mares de tinta que sanan la herida.
A veces me dejo llevar por la bruma,
y escribo en las olas la voz de la luna.
Cada letra me guía, me abraza, me llama,
y prende en mi pecho su cálida llama.
Divagando entre letras, mi mundo florece,
el tiempo se calla, la noche enriquece.
Porque en cada verso que el alma derrama,
se enciende de nuevo mi eterna llama.
Grecia-Perú
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu participación
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.